La palabra detox que viene de detoxificar o desintoxicar, tiene tantos adeptos como detractores. Algunos dicen que es la base de casi todo y otros que se trata de “magufismo”. En el término medio está la virtud.
Tras las épocas de excesos de Navidad y Fin de Año, pasados unos días, el organismo volverá a la rutina de forma natural, sin necesidad de hacer nada especifico. Nadie necesita de manera inevitable una depuración, ni el hecho de hacer una depuración curará todos sus males. La salud es la consecuencia del paso del tiempo consolidando buenos hábitos de vida, alimentación y ejercicio. Del mismo modo, tampoco necesitamos irremediablemente una crema hidratante para reparar la piel seca, pero tras el verano y el bronceado, sabemos que es positiva una exfoliación y una buena hidratación para reparar más rápidamente esa dermis fatigada de tanto tomar el sol. Por tanto, ¿por qué no ayudar a nuestro cuerpo con una guía detox?
Las ventajas de hacer un periodo de depuración son más de las que nos esperamos: