Contacto

cuidados-aparato-locomotor-soria-natural.jpg

Cuidados para tu aparato locomotor


Nuestro aparato locomotor es el que nos permite movernos. El sistema muscular y el esquelético trabajan en conjunto para producir el movimiento. Pero, además, es el soporte de nuestro organismo, nos da la resistencia y estabilidad necesarias para mantener la posición y protege nuestros órganos internos.

El aparato locomotor está formado por diferentes órganos:

  • HUESOS: Mantienen nuestro cuerpo erguido y proporcionan protección a los órganos internos. Además, nuestro esqueleto actúa como almacén de minerales y contiene la médula ósea, encargada del desarrollo y almacenamiento de las células sanguíneas.
  • ARTICULACIONES: Son las encargadas de permitir el movimiento. Están formadas por el líquido sinovial, el cartílago y los meniscos.
  • MÚSCULOS: masas de tejido elástico y resistente que tiran de los huesos cuando nos movemos.
  • TENDONES: Son bandas de tejido fibroso, resistentes pero flexibles, que unen los músculos a los huesos. Están compuestas por colágeno.
  • LIGAMENTOS: Son bandas de tejido muy sólido y elástico que unen los huesos con las articulaciones. Están formados por colágeno

Los problemas que pueden afectar a nuestro sistema osteoarticular son múltiples. Más de un 20% de la población padece algún tipo de problema de desgaste de las articulaciones y los huesos. Este porcentaje aumenta a medida que avanza la edad.

  • La osteoporosis es una enfermedad ósea que se caracteriza por una disminución de la densidad del tejido óseo y tiene como consecuencia una fragilidad exagerada de los huesos con riesgo de padecer fracturas. Es la enfermedad ósea más frecuente y su prevención es fundamental para evitar el avance de la patología. Dentro de las recomendaciones para conservar y aumentar la densidad ósea está el aporte adecuado de determinadas vitaminas (vitamina D, vitamina MK7) y minerales (calcio, magnesio) específicos que garantizan no sólo el aporte de calcio adecuado sino también que su absorción sea correcta y que se transporte, principalmente, para su incorporación a los huesos y así conservarlos fuertes. El calcio es un mineral que, a menudo, se deposita en las arterias.
  • En cuanto a las patologías degenerativas, la artrosis u osteoartritis es una enfermedad con alta prevalencia en nuestro tiempo, que genera discapacidad y suele desarrollarse lentamente a lo largo de muchos años. Afecta al cartílago de las articulaciones sinoviales, que se desgasta y puede causar dolor y rigidez en las articulaciones, lo cual termina produciendo dificultades para los desplazamientos y las actividades de la vida diaria, sobre todo en ancianos. Es un dolor diurno con rigidez matutina, que aumenta con la sobrecarga y la bipedestación, y disminuye con el reposo y el movimiento ligero. Puede afectar a cualquier articulación, pero ocurre más a menudo en las pequeñas articulaciones de las manos, en la articulación de la base del dedo gordo del pie (juanete), caderas, rodillas y la columna vertebral. Hay suplementos que actúan como medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar osteoartritis o retrasar su aparición. Aminoácidos de origen vegetal, provenientes de la soja, sulfato de glucosamina, condroitín sulfato, metilsulfonilmetano (MSM) y ácido hialurónico son suplementos de vital importancia para poder contrarrestar el desgaste diario y natural a que están sometidas las articulaciones, ya que son sustancias naturales que se encuentran en el cartílago. Las vitaminas y minerales (vitamina C, A, D, B1, B2, ácido pantoténico, B6, calcio, magnesio, manganeso, silicio) también son necesarios para la correcta remineralización y formación de los huesos.
  • Entre las patologías inflamatorias destaca la artritis reumatoide, una enfermedad crónica, autoinmune, caracterizada por la inflamación de la membrana sinovial de las articulaciones. Los síntomas que presenta son calor, enrojecimiento, hinchazón y dolor en la articulación, con reducción de la movilidad articular. También puede mostrar síntomas generales como cansancio, sensación de malestar, fiebre ligera, inapetencia y pérdida de peso corporal. Suele afectar simétricamente a múltiples articulaciones, pudiendo causar daño también en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos, lo cual puede llevar a un importante deterioro de la funcionalidad y la calidad de vida. En este caso, las recomendaciones que se realizan están enfocadas a aliviar el dolor, reducir la inflamación, detener o retrasar el daño articular y mejorar las funciones y el bienestar de la persona. Para reducir el dolor y la inflamación se aconsejan plantas antiinflamatorias y analgésicas, y suplementos de ácidos grasos esenciales omega 3. El harpagofito, escaramujo, boswelia, salvia y los bifenoles de la oliva son plantas medicinales cuyos principios activos actúan en sinergia potenciando sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, lo cual les permite actuar en las distintas etapas y procesos biológicos que forman parte del proceso inflamatorio articular. Además, presentan la gran ventaja de no presentar efectos secundarios, por lo que pueden ser una buena alternativa o complemento a los antiinflamatorios convencionales. La membrana de huevo, también es una sustancia natural eficaz y sin efectos secundarios con acción antiinflamatoria, analgésica y con capacidad de regenerar el cartílago.
  • Estas plantas también resultan muy beneficiosas en caso de esguinces y tendinitis. En estos casos, además, la suplementación con silicio orgánico y glicina es importante, ya que presentan la característica de contribuir no sólo a prevenir sino también a acelerar la recuperación de las lesiones deportivas (contusiones, fracturas, roturas musculares, torceduras, esguinces, tendinitis, etc.)
Etiquetas #salud #consejos #articulaciones