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Candidiasis intestinal ¿qué hacer?


La candidiasis intestinal es una infección que afecta al intestino delgado y está provocada por el crecimiento excesivo del hongo Candida albicans. Este parásito vive normalmente en armonía formando parte de la microbiota y la saliva de la población sana, pero cuando se descontrola puede causar estragos en nuestra salud física y mental.

Cansancio, irritabilidad, ansiedad, hinchazón abdominal, gases, diarrea o estreñimiento, son algunos de los síntomas que manifiestan quienes sufren candidiasis. También pueden padecer problemas en la piel, como picazón o erupciones. 

¿Qué causa la candidiasis intestinal?

El origen de la candidiasis está, como hemos indicado, en un desarrollo excesivo del hongo unicelular Candida albicans en nuestro intestino. Hay diferentes factores que pueden provocar este desequilibrio. Entre ellos está una dieta obre en la que predominen los alimentos ultraprocesados o el haber sito tratado con antibióticos, corticoides o anticonceptivos orales. El estrés, que puede afectar negativamente a nuestro sistema inmunitario, también puede favorecer el crecimiento excesivo de la cándida. 

Para hacer frente a la candidiasis intestinal podemos utilizar sustancias naturales algunas provenientes de plantas con un reconocido poder antifúngico: 

Aceite esencial de orégano (Origanum vulgare L)

Es uno de los antisépticos naturales de amplio expectro más conocido y presenta una intensa actividad anifúngica avalada por diversos estudios. Los principios activos carvacrol y timol, componentes del aceite esencial, parecen ser los responsables de sus amplios beneficios en estos casos. Su actividad anticándida es muy superior, por ejemplo, al ácido caprílico que es la base principal de los medicamentos antifúngicos. El aceite de orégano no afecta negativamente a la flora intestinal sino todo lo contrario, corrige sus desequilibrios colaborando en la eliminación de las bacterias perjudiciales y favoreciendo el desarrollo y reproducción de las bacterias fermentativas que son más beneficiosas. Tiene además propiedades analgésicas y antiinflamatorias.

Aceite esencial de clavo (Eugenia caryophyllata Thunberg)

Uno de los componentes más importantes del aceite esencial de clavo es el eugenol, que constituye el 80-90% del mismo. Diversos estudios han puesto de manifiesto que el eugenol del aceite de clavo es antifúngico con capacidad de inhibir el crecimiento de hongos patógenos como la Candida albicans. Investigaciones adicionales demuestran que es eficaz contra una amplia variedad de otros hongos y levaduras (también las que afectan a nivel de la piel y vagina). Se comporta además como vermífugo y antiparasitario intestinal.

Pau d'arco (Tabebula impetiginosa Sandley)

El pau d’arco, también conocido como lapacho, es un árbol nativo de América. La parte interna de su corteza contiene compuestos que le confieren propiedades antibacterianas, antifúngicas (principalmente frente a Candida albicans) y antiinflamatorias. También se ha constatado su actividad anticoagulante y antipsoriásica.

¿Cómo podemos prevenir la candiasis intestinal?

Un sistema inmunitario fuerte y una microbiota intestinal equilibrada son las claves para prevenir el desarrollo de la candidiasis intestinal. En este sentido, los probióticos se convierten en una ayuda indispensable. Se ha demostrado que algunas cepas, como es el caso de los Lactobacillus, producen sustancias antifúngicas que ayudan a impedir el crecimiento del hongo. Por tanto, suplementarnos con un probiótico adecuado puede ayudar a mejorar los síntomas y, una vez superada la infección, a reducir el riesgo de reaparición. 

También es importante ayudarse de un probiótico que contribuya a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal después de haber padecido la infección. 

Si has sufrido cándidas, algunos cambios en tu alimentación pueden ayudar a frenar el sobrecrecimiento del hongo y evitar así que el problema se repita. 

  • La cándida se alimenta fundamentalmente de carbohidratos refinados y azúcares. Por eso es importante reducir el consumo de dulces, galletas y otros procesados. 
  • También hay que evitar los productos refinados a base de trigo y otras levaduras. 
  • No se debe tomar alcohol, refrescos y bebidas energéticas. Las bebidas estimulantes como el café o el té tampoco se aconsejan al aumentar la acidez u desequilibrar el pH intestinal. 
  • Es aconsejable sustituir la leche por bebidas vegetales. La leche contiene lactosa que es un azúcar y puede favorecer el crecimiento del hongo. 

En definitiva, apuesta por una dieta equilibrada en la que predominen vegetales, frutas, grasas saludables y proteínas. Además, debes tomar alimentos probióticos, como el kéfir o el yogur, que ayudarán a mantener una flora intestinal equilibrada. 

Etiquetas #consejos #salud #plantas medicinales

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